Teniendo en cuenta la inseparable relación entre el lenguaje y la educación, no vista como la necesidad de enseñar una asignatura sino como movilizador de los aprendizajes de y para la vida, el sordo usuario de lengua de señas al encontrarse en un contexto escolar que le exige acomodarse a otra lengua (español segunda lengua del sordo) puede generar choques en su desarrollo intelectual y verse además afectada la participación creando espacios de exclusión o deserción educativa.
Por esta y muchas razones, la indagación de procesos de educación, rehabilitación y apoyo por parte de profesionales en pedagogía y comunicación dentro de entornos escolares en los que convergen comunidades oyentes y sordas usuarias de lengua de señas, revela la importancia de crear lazos que unan estas dos comunidades, no solo para lograr en aprendizaje del sordo, sino como elemento que permita lograr un aprendizaje recíproco entre estos y se logre un espacio donde cada cual hace uso del recurso de su propia lengua.